martes, 2 de febrero de 2016

HOMILIA PARA DOMINGO 5 DEL TIEMPO ORDINARIO - C

DOMINGO 5 DEL TIEMPO ORDINARIO - C

Este relato de la pesca inesperada y milagrosa en el lago ha sido escrito para infundir aliento a la Iglesia cuando experimenta que todos sus esfuerzos por comunicar su mensaje fracasan. Lo que se nos dice es muy claro: hemos de poner nuestra esperanza en la fuerza del Evangelio.

Jesús está a orillas del lago, y "la gente se va agolpando a su alrededor para oír la Palabra de Dios". No por curiosidad. No para ver milagros. Solo quieren escuchar de Jesús la Palabra de Dios.

Los sacerdotes y los cristianos en general, venimos experimentando que nuestra capacidad para transmitir la fe a las nuevas generaciones es cada vez menor. ¡Y no han faltado esfuerzos e iniciativas!.

Pero, yo creo que, ha llegado el momento de recordar que en el Evangelio de Jesús hay una fuerza de atracción que no hay en nosotros.

Lo más importante en estos momentos críticos es la vida y la persona de Jesús. Lo decisivo es que la gente entre en contacto con él.

La fe cristiana solo se despierta cuando las personas descubren el fuego de Jesús. Yo puedo invitarte, explicarte, argumentarle, aconsejarte… pero eres tú y solamente tú quien toma la decisión de seguirlo o no.

Así que, ánimo, Él te espera para hablar contigo.