lunes, 15 de mayo de 2023

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy nos encontramos reunidos para celebrar el día de la Ascensión del Señor. En este día, Jesús, después de haber cumplido su misión en la tierra, sube al cielo para sentarse a la derecha del Padre. Su ascensión nos llena de esperanza y alegría, porque nos asegura que, aunque físicamente no esté con nosotros, su presencia y su amor siempre nos acompañarán.

Jesús nos deja un legado: la misión de ser sus testigos en el mundo. Nos llama a difundir su mensaje de amor y salvación, a través de nuestras palabras y acciones. Nos invita a vivir en comunión con Dios y con nuestros hermanos, a construir un mundo más justo y fraterno.

En este día, recordemos que somos parte de la Iglesia, el cuerpo de Cristo en la tierra. Unidos en la fe, somos llamados a ser instrumentos de paz y reconciliación. No temamos llevar la Buena Nueva a todos los rincones, pues el Espíritu Santo nos fortalecerá en esta tarea.

Aprovechemos este tiempo de la Ascensión para renovar nuestro compromiso con Cristo. Que nuestras acciones reflejen su amor y misericordia. Que cada paso que demos sea un testimonio de nuestra fe en él.

Pidamos al Señor que nos ayude a ser fieles discípulos, dispuestos a seguir su voluntad en todo momento. Que su gracia nos guíe y fortalezca en nuestro caminar.

Hermanos y hermanas, recordemos siempre que, aunque Jesús ya no esté físicamente entre nosotros, su amor y su presencia son eternos. Que la Ascensión del Señor nos impulse a vivir con alegría y esperanza, sabiendo que un día estaremos unidos a él en la gloria del cielo.

Que Dios los bendiga y los llene de su paz.